
Boerr y una “mirada, teñida de sesgo y falta de rigor”, que “se ofrece como un espejo deformante de la realidad”
“Es en ese contexto que debe leerse la última pieza de Boerr, donde un simple saludo entre Rovira y Franco deviene en excusa para un análisis digno de una novela negra barata. Boerr observa que “Rovira cambia la sonrisa y pone gesto adusto” cuando Franco toma la palabra; que “Rovira…