Es el operador todo terreno del millonario intendente Rodríguez. Se sabe que el incendio de la casa fue en represalia por investigaciones sobre el tráfico y contrabando de drogas y mercaderías, principalmente la soja.
SAN VICENTE, contrabando y narcotráfico
“MOLI” MOLLENHAUER ESTÁ EN LA MIRA POR EL GRAVE ATENTADO CONTRA EL JEFE DE GENDARMERÍA
Es el operador todo terreno del millonario intendente Sergio Fabián Rodríguez. El incendio de la casa fue en represalia por investigaciones sobre el tráfico de soja
SAN VICENTE (Especial). El conocido operador todo terreno de los Rodríguez -multimillonarios dueños de “Ceferino”-, Jorge Moli Mollenhauer se encuentra en la mira de los investigadores por el grave atentado que sufrió el jefe de la Delegación San Vicente de Gendarmería Nacional, el subalférez Leonel Ortega.
En la madrugada del 23 de octubre, dos sujetos que se desplazaban en moto arrojaron una bomba molotov contra la vivienda ubicada sobre la calle Alfredo Palacio 946, del barrio Jardín, de esta ciudad, donde vive Ortega con su familia.
El fuego que se desató en forma rápida carbonizó el auto del jefe de gendarmería, parte de la casa y el 80 % de los muebles. En ese momento Ortega llevaba adelante un operativo relacionado con el tráfico y contrabando principalmente de la soja.
REPRESALIA Y MENSAJE MAFIOSO
Lo primero que determinaron los investigadores es que el hecho fue en represalia a las investigaciones y operativos en la zona en torno al tráfico y contrabando de droga, mercaderías y, principalmente, soja. Al mismo tiempo, los especialistas creen que el atentado también se trató de un mensaje mafioso para que Ortega cese en sus tareas investigativas.
¿POR QUÉ MOLI EN LA MIRA?
Moli apareció en el radar de los detectives federales por dos razones: porque el par de sospechosos de arrojar la molotov son sus colaboradores también todoterreno, y por la relación que el amigo y operador del intendente Rodríguez tiene con el tráfico y el contrabando en toda la zona, como así con la piratería del asfalto.
Como se sabe, y ya hemos publicado, es incesante el tráfico de camiones llenos de soja -entre 30 y 40 toneladas cada uno- procedentes principalmente de Chaco, que llegan a San Vicente o Colonia Aurora, donde la legumbre es embolsada, y termina siendo cruzada a Brasil, por cualquiera de los casi 70 pasos fronterizos ilegales a orillas del arroyo El Soberbio y del Río Uruguay, en toda la zona de la localidad de El Soberbio.