COMERCIANTES ESTÁN DESESPERADOS POR EL CORTE

Están perdiendo mucha plata, por la caída sustancial de las ventas. En el grupo de los sediciosos hay una feroz interna: muchos quieren levantar el piquete, otros están preocupados por el descontrol (alcohol, drogas, abusos sexuales) y se profundizan las diferencias entre policías y docentes.

COMERCIANTES DE LA URUGUAY ESTÁN DESESPERADOS POR LA CAÍDA DE LAS VENTAS

Están perdiendo mucha plata, por la baja sustancial de las ventas. En el grupo de los sediciosos hay una feroz interna: muchos quieren levantar el piquete, otros están preocupados por el descontrol (alcohol, drogas, abusos sexuales) y se profundizan las diferencias entre policías y docentes.

Cada vez hay más mugre en el campamento, comercios cerrados y poca gente sigue en el piquete que los policías jubilados y algunos en actividad armaron sobre la avenida Uruguay, frente al edificio del Comando Radioeléctrico que fue tomado y está totalmente inoperante. Como se sumaron los docentes, éstos terminaron cortando la avenida Trinchera de San José, y de esa manera dos arterias fundamentales de Posadas están totalmente inhabilitadas para el tránsito vehicular, en la intersección de ambas.

Los comerciantes de la zona entraron ya en un estado de desesperación, porque a las caídas de sus ventas por la crisis estructural de la economía que vive el país, hace más de 10 días se le sumó el bloqueo de la Uruguay y Trinchera de San José, lo que les acarreó una mayor baja, situación que les está afectando considerablemente en sus ingresos, y algunos ya consideran la posibilidad de cerrar sus puertas, ante la imposibilidad de poder pagar los costos fijos, principalmente los sueldos.

 SE DEBILITA LA PROTESTA

Mientras tanto, al mismo tiempo que se extiende, se va debilitando el reclamo de lo que ya es un grupo minúsculo de policías y docentes. Es que los negociadores están siendo cuestionados, lo que generó una considerable división interna entre ellos por desacuerdos que generaron tensiones y fuertes discusiones.

Muchos de los que participaban calcularon el aumento que van a recibir y decidieron volverse a sus casas. Además, creen que hay otros intereses detrás de la protesta y no quieren ser sancionados porque hay denuncias por delitos graves: sedición, incitación a la violencia, intimidación pública, robo de patrulleros, usurpación del edificio del Comando Radioeléctrico, e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Asimismo, el obispo de Oberá, Damián Vitar condenó la protesta violenta advirtiendo que “el fin no justifica los medios” y exhortó a los sediciosos a “volver a sus casas para reflexionar”.

No son pocos los que consideran que los policías erraron el camino, porque los posadeños, y los misioneros mayoritariamente, se están empezando a manifestar en contra, desde el momento que robaron patrulleros y atacaron con violencia la Legislatura Provincial y domicilios privados.

 

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