MARLENE LLEVÓ AL DIARIO A LA QUIEBRA EDITORIAL Y ECONÓMICA

Por eso ella está desesperada, y con su novio Piñeiro Iñiguez intentan tomar el control administrativo de FJW SAT. Pero para eso primero tienen que echar a Pepi, algo que pretenden hacer todo tipo de artimañas y tratando de manipular a la Justicia. Si logran ese objetivo, van a ir también por la Estancia “La Pelada”. Necesitan plata para salvar al diario y seguir manteniendo su estatus social. Sin lugar a dudas, la crueldad de ambos para lograr sus objetivos, no tiene límites.

(Nota III)

 CASI NADIE LEE PRIMERA EDICIÓN: MARLENE Y SU NOVIO PIÑEIRO IÑIGUEZ LO LLEVARON AL FRACASO EDITORIAL Y A LA QUIEBRA ECONÓMICA

 

Por eso ella está desesperada y los dos quieren tomar el control administrativo de FJW SAT. Pero para eso primero tienen que echar a Pepi, algo que intentan hacer tratando de manipular a la Justicia. Si logran ese objetivo, van a ir por la Estancia “La Pelada”. Necesitan plata para salvar al diario y seguir manteniendo su estatus social. Con denuncias por violencia de género contra su hermano y su padre, Marlene logró que ambos no puedan participar de la reunión del directorio, que finalmente se realizó, y autoelegirse presidenta y continuar en la dirección del diario. Estas maniobras ponen de manifiesto que su crueldad contra el propio padre y sus hermanos, no tiene límites. Quienes conocen en la intimidad esta truculenta historia, digna de ser llevada a una película de Netflix, dicen que a Wipplinger no le caben dudas que el huevo de la serpiente en su familia -sobre todo con Marlene- fue, y sigue siendo, Piñero Iñiguez.

 

 

 

Desde que Marlene comenzó su relación sentimental con José Antonio Piñeiro Iñiguez y lo trajo desde CABA a Misiones a vivir con ella, no solamente comenzó a deteriorarse la relación con su papá, el empresario de los camiones –y de otros importantes rubros- Francisco José “Pepi” Wpplinger, sino que fue el punto de partida de la debacle del diario “Primera Edición, tanto en lo editorial como en lo financiero.

Hoy muy pocas personas, para no decir casi nadie, lee ese medio de comunicación que tiene una tirada (impresión) de apenas 1.500 ejemplares, con la menor cantidad posible de páginas, y una venta de no más de 700 a 800, mientras que el resto se regala. Estos números irrisorios para un diario es la nada misma, y algo peor sucede con FM “De las misiones” 89.3, que en el ranking de las radios de Posadas ni aparece en las encuestas, y cuyo liderazgo lo sigue teniendo FM Show.

Con esa realidad, Primera Edición no genera ningún tipo de influencia en la opinión pública, ya sea desde el punto de vista informativo, como tampoco desde su línea editorial. El mismo panorama aciago ocurre en las redes sociales, principalmente con la página web del diario.

Marlene y Piñero Iñiguez siguen adelante con el diario y la radio, porque consideran que de esa manera siguen generando sensación ficticia de influencia, y son las únicas herramientas de presión que tienen.

 

CRISIS ECONÓMICA Y FINANCIERA IRREVERSIBLE

Es tan grave la situación económica y, por ende, financiera de ese medio, que está a punto de quebrar. En los últimos días echaron a 10 empleados, que se suman a los numerosos que ya echaron, y el reparto de los ejemplares en la Provincia se dejó de hacer con camionetas propias, y ahora se realiza con los colectivos de línea de media distancia, y por eso los paquetes se dejan solamente en los principales municipios que están sobre las rutas nacionales 12 y 14, entre algunos más. Siempre con el único fin de tener nada más que presencia, en los pocos kioscos de revista que todavía quedan como consecuencia del avance de internet.

El panorama se torna más tétrico porque no hay plata para pagar los sueldos de los empleados indispensables de las áreas de prensa, administrativa y gráfica, para que el diario continúe imprimiéndose, y aunque sea generando las notas que se cargan en la página web. Por eso el plan de mínima de Marlene y Piñeiro Iñiguez es mantener un staf reducido de periodistas y un par de fotógrafos, con la intención de permanecer en internet en el caso de que tengan que parar la impresión.

Un momento muy crítico, va a ser cuando tengan que abonar los aguinaldos.

 

LOS EMPLEADOS, EN LA CALLE

Los empleados que son y serán echados, tienen muy pocas posibilidades de lograr una justa indemnización, o incluso conseguir que le den algún fondo mínimo.

Sucede que “Primera Edición” no tiene a su nombre ni los vasos con los que los empleados toman agua, ya que el edificio donde funciona, la rotativa, las computadoras, etc, pertenecen a la empresa “FJW Inversiones” que le alquila todo al diario. En esta propiedad, Marlene tiene solamente el 25 % de las acciones, y el resto están repartidas en partes iguales entre sus hermanos Carlos, Carolina y Claudio.

Dicen que “FJW Inversiones”, el empresario la armó previendo la posibilidad de que después de su muerte apareciera algunos de sus hijos con una codicia desmedida, capaz de destruir todo lo que construyó. Nunca pensó Wipplinger encontrarse en vida con esa situación tan maléfica.

A “FJW Inversiones” pertenecen todos los inmuebles y máquinas que utilizan en alquiler las diferentes empresas de los Wipplinger.

 

EL PLAN MAESTRO

Por eso, por la caótica situación económica y financiera irreversible, Marlene y Piñeiro Iñíguez, impulsados por una avaricia extrema, no tuvieron empachos de maquinar una estrategia judicial con el propósito de destruir como sea al empresario Pepi Wipplinger, y quedarse, en una primera etapa, con la administración de la empresa madre de la “corporación familiar Wipplinger”, que es FJW SAT, firma que maneja una flota de unos 20 camiones Volvo, y que es la mayor generadora de dinero.

Quienes escuchan a Pepi hablar con amargura sobre esta tétrica historia, dicen que repetidamente califica a Piñeiro Iñiguez como un “ave de rapiña”.

Alguien dijo de Marelene Wipplinger: “¡Qué Joyita de hija!”.

 

(LA HISTORIA CONTINÚA)

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