Minutos antes de ser detenida en Curitiba (Brasil), Danna Báez tuvo una comunicación telefónica con el joven corredor de autos y empresario del comercio, Lucho Viana, y los investigadores brasileños creen que fue para informarle que todo iba bien.
Como se sabe, Báez, argentina, de 24 años y oriunda de Eldorado, fue detenida en la noche del 10 de julio pasado con 5 kilogramos de cocaína, droga que transportaba en su equipaje que se hallaba en la bodega de un ómnibus de larga distancia que había tomado en Foz de Iguazú y cuyo destino era San Pablo, donde tomaría un avión hasta Ghana (Africa), para entregar ahí la droga y cobrar sus “honorarios”.
Sin embargo una patrulla de la Policía Federal de ese país, detuvo el vehículo y luego de una exhaustiva requisa encontró la cocaína y apresó a Báez, quien fue puesta a disposición de la Justicia Federal de Curitiba, y afronta una causa penal por tráfico internacional de estupefacientes, que establece una pena entre 5 a 15 años de prisión efectiva.
EL CELULAR, CLAVE EN LAS INVESTIGACIONES
En el mismo procedimiento, los federales le secuestraron el teléfono celular personal de la joven, y, obviamente, le realizaron una profunda revisión, y pudieron determinar varias cuestiones, entre ellas la última llamada que realizó, con la hora exacta y la identidad, que figuraba en la lista de contactos. También hallaron otros datos, y filmaciones, entre éstas una sesión donde se la ve a ella consumiendo cocaína con otro joven, y a un tercero, acostado y tapado y ella confesó que se trata del sobrino del ex gobernador de Misiones y actual candidato a senador nacional Mauri Closs (tema este ampliamente difundido en esta página).
¿Quién es Luciano “Lucho” Viana? Es un joven corredor de autos, oriundo de Colonia Aurora, Misiones, que se encuentra cerca del río Uruguay, a unos 80 kilómetros al Este de Oberá. Si bien es homónimo al dirigente político del justicialismo y ex senador nacional, Luis “Lucho” Viana, son personas diferentes. Actualmente vive en Eldorado donde se dedica al comercio.
ADICCIÓN Y TRAFICANTE
En la amplia declaración indagatoria, Danna se quebró y confesó todo, lo de su adicción a la cocaína y la actividad que desarrollaba en el tráfico de drogas, en una organización integrada por argentinos, brasileros y paraguayos, y confesó las identidades de muchos de ellos, incuso con detalles de las funciones de muchos, algunos de los cuales son de Eldorado y Puerto Iguazú.
Todos estos datos fueron puestos rápidamente en conocimiento de los funcionarios nacionales del Ministerio de Seguridad de la Nación, que comanda Patricia Bullrich, en el marco de la colaboración y el intercambio de información de todos los delitos trasnacionales, entre las fuerzas federales argentinas y la Policía Federal brasileña , que en ese país se coordina en el Centro de Cooperación Policial Internacional (CCPI), de la Superintendencia Federal.